Postura Corporal
Las posiciones corporales se definen por la disposición del cuerpo a aceptar o rechazar a otros. En muchos casos se suele emplear como “barrera territorial‟ para impedir violaciones del espacio personal.
El movimiento del cuerpo puede transmitir energía y dinamismo durante la interacción, cuando este movimiento no está relacionado con el contenido verbal tiene el efecto de distraer la atención del interlocutor. También un exceso de movimiento puede producir impresión de inquietud, o nerviosismo, mientras que la escasez de movimiento puede transmitir una impresión de excesiva formalidad.
Cuánto más de frente se sitúa una persona hacia los demás, mayor será el nivel de
implicación.
Por otra parte cuando las personas esperan competir generalmente se sientan enfrente en cambio si esperan cooperar, lo hacen una al lado de la otra, mientras que para conversar normalmente lo hacen en ángulo recto. El ángulo de la postura al sentarse puede impedir la aproximación de otros, así como el ángulo de orientación puede regular el grado de intimidad de una conversación. Nuestra orientación tiende a ser menos directa cuando tenemos intención de no continuar la interacción, cuando la persona no nos agrada o cuando la percibimos como alguien inferior.
En la orientación y actitud del cuerpo se habla de posiciones más abiertas o más cerradas. Una posición abierta implica que brazos y piernas no separan a un interlocutor de otro, la posición cerrada implicaría utilizar las piernas, brazos o manos en forma de protección. La postura facilita la comprensión de una persona, así como la predisposición a intervenir o no intervenir. Igualmente el grado de relajación o tensión con que se mantiene la postura permite inferir el nivel de relación.
El movimiento del cuerpo puede transmitir energía y dinamismo durante la interacción, cuando este movimiento no está relacionado con el contenido verbal tiene el efecto de distraer la atención del interlocutor. También un exceso de movimiento puede producir impresión de inquietud, o nerviosismo, mientras que la escasez de movimiento puede transmitir una impresión de excesiva formalidad.
Cuánto más de frente se sitúa una persona hacia los demás, mayor será el nivel de
implicación.
Por otra parte cuando las personas esperan competir generalmente se sientan enfrente en cambio si esperan cooperar, lo hacen una al lado de la otra, mientras que para conversar normalmente lo hacen en ángulo recto. El ángulo de la postura al sentarse puede impedir la aproximación de otros, así como el ángulo de orientación puede regular el grado de intimidad de una conversación. Nuestra orientación tiende a ser menos directa cuando tenemos intención de no continuar la interacción, cuando la persona no nos agrada o cuando la percibimos como alguien inferior.
En la orientación y actitud del cuerpo se habla de posiciones más abiertas o más cerradas. Una posición abierta implica que brazos y piernas no separan a un interlocutor de otro, la posición cerrada implicaría utilizar las piernas, brazos o manos en forma de protección. La postura facilita la comprensión de una persona, así como la predisposición a intervenir o no intervenir. Igualmente el grado de relajación o tensión con que se mantiene la postura permite inferir el nivel de relación.